Camara de Diputeados del Uruguay

La impresentable actuacion de varios legisladores en el corriente periodo parlamentario, acudiendo a la violencia fisica o verbal para dirimir sus diferencias ya sean politicas, morales, eticas, de fe o de cualquier indole, me han hecho reflexionar mas de lo que me imaginaba.
El humor como valvula de escape ante tanta insensatez ha sido muy gratificante, hay mucha creatividad en la gente para dejar mas en ridiculo aun, a tan estupidas actitudes, y ojo que el calificativo es a las actitudes, no a los protagonistas.
Por cierto que por muchos de ellos guardo un respeto personal, por otros solamente el que por su investidura tienen y por otros la verdad que ni la investidura salva al individuo de mi indiferencia.
Pero mas alla del humor, descubri en mi un malestar personal, que hasta ahora me sorprende y me replantea como soy o creo que soy.
Soy un tipo politicamente critico, independiente, no fundamentalista, muy internacionalista de siempre, poco patriotico, nada nacionalista, un ciudadano del mundo decia yo a los 14 anos. Con muchos sueños que coinciden hoy con muchos aspectos de la globalizacion, pero claro, de la epoca en que este termino no existia.
Admiro un poquito a quienes tienen ese amor por su bandera, sus simbolos patrios y demas, pero admito que yo no lo siento, ni un poco.
Quiero a mi gente, me reconozco perteneciente a un grupo, cuya mayor parte esta en este lugar, pero que va mas alla de fronteras y lugares de nacimientos y tampoco abarca todas las cercanias solo por distancias geograficas.
Tampoco politicamente soy muy exigente en cuanto a fidelidades y cumplimiento estricto de las promesas, creo en el esfuerzo por lograrlo y confio en el que trabaja con gusto y honestidad.
Soy ateo practicante, no soy casado, mi familia no profesa ninguna fe religiosa y mis hijos no son bautizados por ninguna iglesia.
Apoyo la legalizacion del aborto, la ley de voluntad asistida y todo lo que conlleve a la "cordialidad con la miseria ajena" que no otra cosa es la misericordia.
No coincido con algunos amigos en muchas de estas cosas que yo soy, diria que tenemos diferencias eticas, morales, politicas, de fe, hasta de enfoques practicos, y discutimos apasionadamente sobre ello.
Quien tiene la verdad ?, si es que hay una sola. Por mi parte no reclamo mas derecho que el de pensar y creer libremente y ser lo que resulte de eso, pero no me adjudico el patrimonio de la verdad sobre ninguno de esos aspectos.
No sobrevaloro la etica, ni la moral, ni la politica, ni la religion, no mas que las relaciones personales, aunque seguramente tambien en esto hay limites que no puedo cruzar y ojala nunca me toque ese trance.
Por esto que hoy soy, es que me resulta tan dificil comprender la violencia verbal y fisica y la falta de control de los representantes nacionales. que luego, con sus reinvidicaciones morales, eticas y religiosas daran catedra de comportamiento y "deber ser" al momento de generar leyes que sancionen conductas delictivas violentas, de violencia familiar, de violencia en el deporte, de violencia en las carceles, de violencia en espectaculos publicos. Pensar que sencillamente esta vez mientras uno hablaba de "proteger al debil y desvalido", el otro ponderaba la "cordialidad con la miseria ajena". Sera que no creen en la honestidad intelectual del otro o cuesta admitir que puede prevalecer en la sociedad la vision que no es propia ?
Para un profesional ateo practicante, politicamente independiente, internacionalista y poco patriota no resulta facil comprender al entorno catolico o religioso en general, al politicamente militante, al nacionalista, al artiguista y al tan patriota...a veces me pierdo...hay algo que no capto...sera que me falta fe ?
Lo que es seguro es que no soy reserva moral de nada.
Conmigo no cuenten para Las Cruzadas.