20 mayo 2008

Son los desestimados, los desinteresados, los destinados al dolor.



  • Era un niño cuando la revolución sandinista, formaba parte de las brigadas de apoyo que espiaban o entraban por pequeñas ventanas en la preparación de acciones urbanas del FSLN. Sus padres no lo sabían, el ayudaba a sus hermanos mayores.La adolescencia lo llevó al campo de batalla enfrentando a "la contra". Recorrió rápidamente y a la vez, el camino de la adolescencia a la madurez y el del idilio revolucionario al despertar a la miseria humana de la traición.
    Me presentó al sargento Garrido, un hombre al mando del cual sirvió en aquellos años. De aspecto humilde y campesino, Garrido llevaba en su cráneo una placa metálica debido a una grave herida en batalla, que requirió delicadas intervenciones quirúrgicas en Cuba. Luego de la caída del primer gobierno de Ortega, quedó abandonado a su suerte, sin dinero, sin medicinas, sin asistencia. El Garrido que conocí era cuidacoches en una tradicional feria de artesanías de Managua. Con dificultades para desplazarse, disminuído en varias de sus capacidades físicas, reflexionaba sin odios, pero con dolor: "...nunca mas nos vinieron a buscar...se olvidaron de nosotros...". Vivía de la limosna y amargamente reconstruía la lista de sus superiores de entonces, que aparecían enriquecidos a sus ojos, luego de pasar por el gobierno. Guardaba en un grupo muy pequeño a los "fieles a los de a pie", como esa comandante revolucionaria, devenida en dueña de un pequeño restaurante cercano, “es la única que pasa y a veces se detiene a preguntar por mi salud”.
    El sargento Garrido me explica lo que significa “piñata sandinista”.
    Al día siguiente, asisto a la primer misa completa de mi vida, es en la nueva catedral de Managua. Fue encabezada por monseñor Obando y Bravo y me sorprende su discurso político tanto como el folleto oficial de la misa, auspiciado por varias firmas comerciales y el lleno total de las amplias instalaciones.
    Recorro las calles, la cantidad de personas con discapacidad es mayor que la que estamos acostumbrados, sillas de ruedas, muletas, mutilaciones, dificultades de todo tipo, es mi primera vez en contacto directo con un pueblo que vivió en guerra.
    Al igual que el canto del zanate, la voz de los desconsolados es una campana que se puede oir en cualquier rincón de Managua:

    - huyeron cuando la revolución, muchos querían a Somoza, otros tenían miedo a perder privilegios.
    - se fueron a USA, sus hijos estudiaron en universidades caras, volvieron con Chamorro, trajeron el progreso, los mall, hoteles, restaurantes, carros, 4x4, el consumo derivado del dinero en exceso.
    - hoy son dueños de empresas, gerentes de multinacionales y nos gobiernan. Y porque no ?
    - si Estados Unidos nos ayuda, nos va a ir bien
    - al comandante que llamamos ayer traidor, lo vemos hoy trabajando como siempre, sin haberse enriquecido y muchos de los nuestros tienen mas dinero que cuando eran revolucionarios.
    - quienes nos traicionaron ? eran traidores los que se pasaron de bando entonces o los nuestros ya eran traidores antes ?
    - ...oie chico...tu quieres mi verdad ? ....muchos de la plana maior de la revolución,...eios, ...no dieron la taia... ( hay cubanos en Nicaragua )
    -mis papás y hermanitos pasaban mal en Managua, escaseaba la comida, los regulares del ejercito, adolescentes, pasábamos mal, pero yo veía que la comida no faltaba en las tiendas de los oficiales.
    - y me escapé armado y estuve escondido cerca de una finca familiar, luego vino la entrega del poder,...nunca devolví las armas, las enterré. No fuí el único. Uno no sabe cuando las va a necesitar.
    - los sandinistas perdieron el apoyo de las madres, enviar hijos a morir o mutilar no es una solución, falló la parte política
    - hay una cantidad de honrados nicaraguenses que denunciaron y se apartaron del poder cuando vieron tantos errores, ellos son una reserva moral, una esperanza.
    - fuimos felices y creímos que era para siempre…
    - creo que va a costar levantarse, pero la corrupción de estos nuevos liberales se tiene que terminar.
    - cada día, al despertar cobijados por las banderas sandinistas, recordábamos que era posible un mundo mejor...y no era...
    Camino por la noche de Managua, la miseria y la prostitución infantil no se esconden, en la carretera a Masaya arremeten con violencia inusitada contra el desprevenido.
    El alma se achica, se estruja, llora, algo duele y no encuentra consuelo.

Para ti, para nadie, para ella y alguno y por los que no tienen canción, no importa que no escuchen esta voz.
PD: de la serie Cronicas Falsas. Año 2003.

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